DEMON’S CREST
por Skullo
Este comentario proviene de la revista Bonus Stage Magazine número 13 (Especial King of Fighters) que puedes ver online o descargar gratuitamente aquí.
Título: Demon’s Crest (América y Europa), Demon’s Blazon (Japón)
Plataforma: Super Nintendo
Número de Jugadores: 1 jugador
Género: Plataformas/Aventura
Desarrolladora: Capcom
Año: 1994 (America y Japón), 1995 (Europa)
Todo aquel que haya jugado a los Ghost and Goblins recordará a una molesta gárgola roja que, pese a ser un enemigo común, nos podía amargar la vida si bajábamos la guardia un segundo. Esa gárgola, conocida como Red Arremer o Firebrand tuvo tanta popularidad que Capcom le dedicó una trilogía de juegos.
El primero de ellos fue Gargoyle’s Quest fue lanzado para la veterana GameBoy, el segundo Gargoyle’s Quest apareció en los últimos años de la NES y el tercero Demon’s Crest apareció en Super Nintendo. Todos ellos pertenecientes al género de las plataformas, pero con elementos más propios de juegos RPG.
En esta ocasión voy a hablar sobre el tercer juego de la saga, aparecido para la 16 bits de Nintendo. Un juego que pasó desapercibido en su época, pero que cada vez tiene más reconocimiento gracias a los retro jugadores actuales y a las diferentes páginas de internet dedicadas a estos videojuegos.
La historia del juego comienza cuando unos emblemas mágicos (las Demon’s Crest) caen del cielo en el Reino de los demonios. Todos ansían conseguirlas para obtener los poderes que ellas otorgan a su poseedor, por lo que estalla una guerra civil que provoca un caos total en ese mundo. En medio de esa guerra, Firebrand consigue casi todas las Demon’s Crest y para conseguir la última se enfrenta a un poderoso dragón.
Tras el combate, el maltrecho Firebrand vuela hacia un lugar seguro cuando es atacado por otro demonio, Phalanx, que le roba las Dremon’s Crest y lo deja caer malherido frente al dragón recientemente abatido, que parece recobrar la vida. Ahora Firebrand, herido y desprovisto de los poderes que había obtenido por los emblemas, quiere recuperar lo que es suyo y darle su merecido a Phalanx, aunque antes de hacer eso deberá volver a enfrentarse al dragón, ahora en su forma de dragón zombi.
Gráficos
El apartado gráfico de Demon’s Crest está muy trabajado, es uno de esos juegos en los que se nota que se han esforzado hasta en los mínimos detalles. El estilo artístico de los escenarios es muy detallado y tiene un fuerte toque siniestro, siendo más propios de la saga Castlevania que de Ghost and Goblins. La variedad de escenarios es bastante grande, teniendo en cuenta que de una sola fase podemos ver varios de ellos sin ningún parecido entre sí, según el camino que tomemos al avanzar por el nivel.
Entre fase y fase, veremos el mapa del juego en el clásico modo 7 de Super Nintendo, donde nos podremos mover libremente volando con Firebrand, como suele pasar en estos casos el mapa se ve muy bien hasta que descendemos al nivel, momento en el que el zoom es demasiado grande y se aprecia que todo el mapa es plano.
El sprite de Firebrand en todas sus transformaciones es muy bueno (me encantan la gárgola acuática y la voladora) sin embargo considero más destacable el diseño de los enemigos. Algunos de ellos son similares a lo visto en los Ghost and Goblins o en los anteriores Gargoyle’s Quest, pero con un diseño más terrorífico, otros son nuevos y encajan perfectamente con la atmósfera siniestra del juego del juego (mención especial a los enemigos sin piernas que se arrastran por el suelo para atraparnos). Aunque los verdaderos protagonistas son enemigos finales, no solo por ser grandes y tener diseños extraños, sino porque también son bastante numerosos (aunque algunos de ellos se repiten).
Por último, mencionar que Demon’s Crest tiene un alto número de ilustraciones, desde la genial pantalla de título, hasta la introducción donde nos explican la historia o los diferentes finales que posee el juego, todo tiene un aspecto genial.
Sonido
Demon’s Crest tiene una banda sonora muy detallada, inquietante y siniestra. Creo que es una de las mejores bandas sonoras que ha hecho Capcom para Super Nintendo (quizás la mejor) aunque es cierto que no es tan variada en estilo como la de otros juegos, tiene una calidad innegable.
Los efectos de sonido son buenos, puede que algunos sobresalgan o sean curiosos (como el sonido de cuando disparamos a un enemigo cubierto por armadura, o cuando lanzamos el disparo especial que nos permite engancharnos en paredes con pinchos) pero en general, no tienen tanta calidad como la música.
Jugabilidad
El control del juego es bastante simple al comienzo, con el botón Y disparamos bolas de fuego, con el B saltamos, si presionamos B durante el salto mantendremos el vuelo (y podremos movernos a esa altura de manera horizontal) y con el botón A, Firebrand dará un cabezazo hacia el fondo del escenario (ideal para abrir puertas o romper estatuas y ventanas para obtener dinero). A esto hay que añadir que Firebrand puede engancharse en las paredes tras saltar hacia ellas.
Conforme avanzamos en el juego iremos obteniendo ítems que aumentaran nuestra vida y nos proporcionarán nuevos disparos que nos ayudaran en momentos clave del juego (uno se puede usar de plataforma, otro nos ayudará a trepar por muros, otro rompe la armadura de los enemigos…). También encontraremos pociones y pergaminos vacíos que tendremos que rellenar en las tiendas que hay repartidas por el juego, estos ítems se usarán con el botón X una vez los hayamos seleccionado en el menú de pausa. Además de esto, también encontraremos talismanes que nos ayudaran a encontrar más dinero, más vida, la habilidad de poder disparar dos veces seguidas o soportar más golpes.
Todo esto es un añadido a la verdadera gracia del juego, que son las transformaciones de Firebrand en diferentes gárgolas al usar las Demon’s Crest que vayamos obteniendo.
La Earth Crest nos transformará en la gárgola de piedra, que no puede volar, y tiene un disparo con menos alcance (pero más poderoso) que el de Firebrand. Con el botón A activaremos su habilidad especial que es hacer una carga de hombro, con este movimiento podremos romper y apartar elementos del escenario para abrir nuevos caminos y encontrar ítems ocultos.
La Air Crest nos transformará en una gárgola similar a un pájaro, con un disparo que puede cortar algunos elementos del escenario y sin la habilidad de engancharse en las paredes como las otras gárgolas, pero con el botón A podremos volar de manera vertical.
La Water Crest nos transformará en una gárgola acuática que no puede volar ni de engancharse en las paredes, pero tiene la habilidad de nadar y su disparo es más fuerte dentro del agua, pudiendo romper algunos bloques y abrir nuevos caminos.
La Time Crest nos convertirá en una gárgola similar a Firebrand pero mucho más resistente y fuerte, ya que tendremos el doble de vida.
Por último tenemos la Heaven Crest que nos transformará en una gárgola que tiene todas las habilidades de las gárgolas anteriores, esta gárgola es muy poderosa y deja a las demás obsoletas, sin embargo solo la obtendremos al final del juego.
Así pues, pese al sencillo control del juego hay una gran posibilidad de acciones, pero no son difíciles de hacer ni perjudican la jugabilidad, aunque hay que admitir que a veces se hace pesado tener que pausar el juego para cambiar de gárgola, disparo o de ítem (los fans de Megaman estarán acostumbrados a esto). El control es estable en todo momento, y lo único que puede molestar son algunas ralentizaciones en situaciones concretas.
Duración
El juego consta de 6 fases y el castillo de Phalanx. Cada fase (salvo la primera y el Castillo de Phalanx) tiene varios caminos disponibles para completarla llegando a partes totalmente nuevas del nivel y a un enemigo final distinto, de manera que en realidad se podrían considerar dos fases cada una. Para poder optar por los caminos alternativos tendremos que conseguir algunas de las Demon’s Crest o disparos especiales de Firebrand que nos darán las habilidades necesarias para optar por el camino alternativo.
Inicialmente solo están disponibles las 4 primeras fases, si las completamos aparecerá el castillo de Phalanx, en caso de ir a luchar contra él contemplaremos el final malo y pensaremos que el juego es escandalosamente corto. Sin embargo si en lugar de ir a luchar contra Phalanx completamos las fases por sus caminos alternativos desbloquearemos los niveles que faltan.
Además de las diferentes fases, en el mapa podremos encontrar algunas tiendas y tres zonas de minijuegos (una de ellas oculta) donde podremos intentar conseguir premios.
El verdadero reto del juego es encontrar todos los ítems, los talismanes, las opciones, los pergaminos y los aumentos de vida hay escondidos por el juego. Algunos están ocultos en los escenarios y otros nos los dan los enemigos finales al derrotarlos.
El juego posee cuatro finales distintos, que dependen en gran medida de los ítems que hayamos obtenido en el momento de enfrentarnos a Phalanx. En caso de tener todo lo posible, tras derrotarlo veremos el final bueno y tras los créditos nos darán un Password para poder volver a jugar, si lo hacemos veremos que hay un nuevo enemigo esperándonos y en caso de derrotarlo veremos el último final del juego.
La dificultad del juego es bastante aceptable, puede que haya partes difíciles, pero si hemos encontrado los objetos que aumentan nuestra vida y llevamos pociones nos facilitarán mucho las cosas, además podremos continuar la partida usando Passwords. Los enfrentamientos con los jefes son bastante duros, algunos de ellos pueden ser muy difíciles incluso teniendo las mejoras. El enfrentamiento final con Phalanx cambia de dificultad según lo avanzados que estemos en el juego, así pues, cuando queramos ver el final bueno, nos tocará una batalla de las difíciles.
Conclusión
Demon’s Crest es un juego de una calidad excelente, está muy trabajado en todos los sentidos y creo que encantará a los jugadores que disfruten de los juegos de plataformas con toques de aventura, así como a los fans de sagas como Castlevania y similares.