Periférico: Family Basic

FAMILY BASIC

por Skullo

 

Este comentario proviene de la revista Bonus Stage Magazine número 31 (Especial Die Hard).

Algunos periféricos están muy ligados a la época en la cual aparecieron sus sistemas, ya que el tipo de juegos y accesorios pueden depender de una moda o necesidad de la época.

Por ejemplo, los Paddle Controller (los mandos de control con una rueda en lugar de una cruceta o joystick) tuvieron su época de apogeo al mismo tiempo que las consolas que incluían el juego PONG y por lo tanto ese periférico fue quedando olvidado cuando aparecieron juegos más complejos que requerían otro tipo de mando de control. De hecho, solo unas pocas consolas (como Atari 2600 o Master System) tienen mandos de Paddle Controller y solo son compatibles con una minúscula cantidad de títulos dentro del catálogo de cada una, lo cual muestra claramente el desuso y la pérdida de necesidad de un periférico así.

Así que no es raro que en generaciones posteriores dicho periférico desapareciese y no fuese contemplado para ninguna consola nueva, simplemente no había ninguna necesidad ni reclamo por parte del público.

Cartucho de Family Basic

Hay muchos ejemplos de esto, pero uno de los casos más llamativos es el Family BASIC (también llamado Famicom BASIC) que se lanzó para la Famicom en 1984 en Japón.

La Famicom apareció cuando ya existían otras consolas (como las citadas consolas PONG) y otras alternativas de ocio electrónico (como las Game and Watch y las máquinas Arcade). Además, el mercado donde esta consola pretendía entrar estaba lleno de ordenadores que permitían jugar a juegos y además disponían de programas que nos permitían hacer otras labores.

La intención de esta consola era ofrecer una máquina barata, pero solo para jugar y por lo tanto podía encontrarse con dos reacciones negativas a eso: la primera, que al ser más barata que la competencia, el público pensase que era de peor calidad y la segunda, que al ser solo para jugar, ningún padre la preferiría ante la alternativa de un ordenador (que también sirve para estudiar, tal y como todos los niños del mundo han dicho alguna vez a sus padres).

En el mercado que se encontró la Famicom, el hecho de no poder hacer nada más que jugar era un inconveniente enorme, no tanto en la práctica, si no en la teoría, ya que los ordenadores podían hacer más cosas (aunque también eran más caros). El tiempo ha demostrado que un producto de calidad, destinado solo a jugar es un buen negocio y ahora sería muy difícil creer que si mañana anuncian una consola nueva, alguien pensase “va a fracasar porque solo sirve para jugar”.

Creando en Family Basic

El éxito de Famicom fue indiscutible, pero esa necesidad de satisfacer a un público más exigente propició la llegada del Family BASIC, que es un periférico que nos permitía programar desde nuestra Famicom. Obviamente, la consola no estaba preparada para semejante tarea, de manera que el pack de Family Basic incluía lo necesario para tal fin (Como el cartucho o el teclado).

Estoy seguro que las limitaciones de este periférico eran mayores que las de muchos ordenadores del momento, pero aun así encontró a su público y de hecho incluso se lanzó una versión mejorada llamada Family Basic V3.

Algunos de los gráficos disponibles

Family Basic nos dejaba crear nuestros propios juegos (en lenguaje HU-Basic), lo cual debió despertar la pasión por la informática de muchos niños (más de un programador de éxito ha confesado que empezó con un Family Basic). Para facilitar dicha misión, contábamos con algunos sprites de la propia Nintendo para personajes (Mario, Pauline, algunos enemigos) y elementos para los escenarios (escaleras y demás).

Usando a Mario en nuestras creaciones

Pero ¿de qué servía crear juegos y programas si no poseías la capacidad de guardarlos? Y ahí es donde entra Data Recorder, que era básicamente una grabadora donde podíamos grabar nuestros resultados en cintas de casete. Una solución bastante ingeniosa al problema del almacenamiento (que además se podía combinar con algunos juegos de Famicom que permitían crear niveles, para guardarlos).

Juego creado con Family Basic

Entre el Family Basic y el Data Recorder, podías convertir tu barata Famicom en una especie de microordenador, pero para hacerlo tenías que invertir en esos dos periféricos. Dicho esto, no sorprende que pese a la aceptación (por la necesidad de la época) de este periférico, nos encontremos ante algo que, con el cambio de mentalidad, dejó de verse como obligatorio para las generaciones siguientes, que seguramente ya relacionaban las consolas con diversión, sin necesidad de justificarse.

Data Recorder

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